Fotografía con dron

Desde hace unos años, los drones se utilizan cada vez más en fotografía. Fotos con drones o fotos aéreas de edificios y plantas industriales o fotos con drones en el sector de los viajes, las actividades al aire libre y el deporte: las aplicaciones de la fotografía con dron son diversas. El manejo de estos vehículos aéreos no tripulados (UAV) es comparativamente sencillo. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cosas.

¿Qué hace que la fotografía con dron sea tan especial?

Para mi primer viaje a Islandia, alquilé un dron sin haber volado mucho antes. Había visto imágenes de drones y tenía claro que sería una gran ventaja visual. Pero la primera vez que me di cuenta de la gran diferencia que supone el cambio de perspectiva fue cuando estaba de pie en el lecho de un enorme río gris. Aparte de grava y un poco de agua sucia, no podía ver gran cosa. Pero las imágenes por satélite de Google Maps me habían animado a dejar que el dron subiera allí de todos modos.

En cuanto gané unos metros de altura, me di cuenta de que había sido una decisión acertada. El río brillaba en los tonos más absurdos de azul debido a la luz solar oblicua y a los sedimentos reflectantes. Al gris monótono de la grava se unieron rápidamente manchas de color de musgos y hierbas. Lo que antes parecía aburrido, de repente parecía un cuadro: las condiciones ideales para unas bonitas tomas con dron.

¿Qué dron necesito para qué?

Hay diferentes tipos de drones, pero los más comunes con diferencia son los multicópteros. Desde un juguete con el peso de una tableta de chocolate hasta un pesado y gran aparato profesional con seis o incluso ocho rotores, ¡todo es posible!

No todos los drones tienen una cámara que realmente pueda hacer fotos y filmar. Muchos de los aparatos para juegos y deportes son totalmente inadecuados para la fotografía con dron, ya que a menudo ni siquiera disponen de transmisión de imágenes a la pantalla del mando a distancia. Algunos modelos tienen detección automática de obstáculos y una «función de vuelta a casa».

La gran mayoría de los drones que pueden utilizarse para tomar fotografías en formato RAW están sujetos desde 2020 a la nueva normativa del Control de Tráfico Aéreo alemán. Para poder volar con ellos, se necesita la licencia correspondiente. Personalmente, uso un DJI Phantom 4 Pro V2 y un DJI Mavic Pro 2.

El Phantom es un dron relativamente grande. La maleta con todos los accesorios pesa 5 kg y la mochila, con la que puedo llevar el dron y mi cámara réflex, tiene 80 litros. Bastante equipaje para una persona de mi tamaño. Sin embargo, a menudo llevo conmigo mi «grande», sobre todo en la montaña o de viaje. En términos de estabilidad de vuelo, especialmente en condiciones no ideales, es imbatible. El «pequeño» se utiliza principalmente para producciones en las que una mochila grande no es una opción, como las vías ferratas o las excursiones de esquí.

Ambos drones no superan los 2 kg de peso al despegue, por lo que podrán volarse sin licencia hasta 2020.

 

¿Qué debo tener en cuenta al hacer fotos con un dron?

Con un dron, está participando oficialmente en la aviación. En consecuencia, debes asegurarte de que no te pones en peligro a ti mismo, a otras personas o a los animales. La tecnología mejora constantemente y los drones vuelan cada vez más lejos, más alto y más rápido. Por ello, ahora existen normativas y leyes que restringen el uso de estos vehículos aéreos no tripulados.

La preparación adecuada para fotografiar con drones

Lo ideal es que hayas investigado dónde quieres volar y cuáles son las condiciones locales. Map2Fly muestra en un mapa los espacios aéreos, aeropuertos, reservas naturales, etc. de Alemania. Para Austria utilizo la aplicación «Drone Info» de ÖAMTC y para Suiza «TCS Drohnen». La aplicación «UAV Forecast» muestra muy claramente si las condiciones meteorológicas actuales son suficientes para volar. Dependiendo de dónde planee volar, es necesario obtener los permisos correspondientes.

Pero antes de empezar a hacer fotos con el dron, hay que tener en cuenta las condiciones físicas del lugar: ¿hay árboles altos, edificios o incluso líneas eléctricas cerca? Si el dron no se ha utilizado durante mucho tiempo, es aconsejable comprobarlo antes por si hubiera alguna actualización. Además, la mayoría de los drones están equipados con baterías de polímero de litio (LiPo para abreviar). Éstas se descargan como máximo a 3/4 de su capacidad al cabo de unos días para prolongar su vida útil. Por lo tanto, es indispensable una cierta preparación para la fotografía con dron.

Condiciones meteorológicas y visuales de vuelo para fotografiar con éxito con un dron

Nadie puede negar que la luz adecuada es crucial para el efecto de una foto. En la fotografía con dron, sin embargo, el tiempo juega un papel clave incluso antes: ¿las condiciones meteorológicas permiten despegar? La aplicación «UAV Forecast» es un buen indicador. Pero lo más importante son las condiciones in situ.

Los dos problemas más obvios para el éxito de la fotografía con dron son la lluvia y el viento. La lluvia no sólo interfiere con los sensores y puede hacer que el dron se estrelle. Las gotas de lluvia que se acumulan en la óptica dan lugar a grandes manchas borrosas en la imagen del dron. Pero la temperatura también influye, especialmente en combinación con la humedad de la niebla, la lluvia, etc.

Las baterías no sólo no duran tanto como de costumbre, sino que, en el peor de los casos, el dron se hiela en muy poco tiempo y ya no se puede controlar. En Alemania, en general no está permitido volar a más de 100 metros de altura, o 120 metros según la nueva normativa. Además, siempre debe haber contacto visual con el dron. En general, las VFR (Reglas de Vuelo Visual), que también se aplican al tráfico aéreo normal, se aplican a la fotografía con dron. Para los vuelos de drones, éstas incluyen una visibilidad de vuelo de 800 metros, visibilidad del suelo y ausencia de nubes.

 

Reservas naturales y otras «zonas restringidas» para la fotografía con dron

En la mayoría de los países, sobrevolar reservas naturales y parques nacionales sólo es posible con un permiso excepcional. Con razón, teniendo en cuenta lo desagradable que es ya el ruido para los humanos, podemos entender lo que está ocurriendo. Hay innumerables grabaciones con drones de animales que intentan huir despavoridos del dron. Lo que ocurriría si el dron chocara con una bandada de pájaros es algo que todo el mundo puede imaginar.

El dron también puede convertirse rápidamente en un peligro para aviones y helicópteros -imagínese la caída de una roca del tamaño de un dron en la autopista… Por eso, el espacio aéreo alrededor de aeropuertos y aeródromos y los puntos de despegue de helicópteros es espacio aéreo controlado y sólo puede utilizarse con permiso de despegue.

 

La nueva normativa sobre fotografía con dron a partir de 2020

Con la ayuda de los drones, hoy en día cualquiera puede tomar fotografías que antes sólo eran posibles con helicópteros. Los multicópteros son estables en el aire, te siguen a la orden y evitan obstáculos por sí solos: volar nunca ha sido tan fácil. A veces parece demasiado fácil. Todo aventurero al que le guste hacer fotos posee un dron. Para conseguir tomas únicas con el dron, lo lleva a los lugares más bellos y remotos, a menudo sin importarle lo que ocurre a su alrededor.

Con la nueva normativa, que será vinculante a partir de julio de 2020, esto está cambiando. Los exámenes que pueden y deben realizarse -para obtener los correspondientes permisos de ascenso- son sin duda una maldición para quienes se dedican a ello profesionalmente. Al fin y al cabo, las licencias, los permisos y los exámenes cuestan mucho tiempo y dinero. Por otro lado, es una necesidad cuando se ve la temeridad con la que muchos hacen caso omiso de la normativa sin pensar en las consecuencias.

A partir de ahora, los drones se clasificarán en tres categorías en función de su peso, lugar de uso y finalidad de la operación: categoría abierta, categoría específica y categoría certificada. Dependiendo de la categoría, el esfuerzo administrativo para la operación difiere significativamente.

La mayoría de los drones disponibles en el mercado pertenecen a la categoría abierta. En consecuencia, se subdividen a su vez en 5 clases C0 – C4. En resumen, todo lo que pese más de 250 g necesita una licencia con examen. Al principio maldije para mis adentros. Semejante chicana: he pasado más de 30 horas en el aire en las condiciones más adversas de Islandia. ¿Y ahora se supone que tengo que demostrar aquí, en un campo deportivo del este de Múnich, que domino los procedimientos? ¿E interiorizar otras 60 páginas sobre legislación aeronáutica, meteorología, navegación y operaciones de vuelo?

¿Fotografía con dron sólo con licencia?

Entonces me acordé de mis experiencias en Islandia, cuando allí apenas había normas ni prohibiciones. Del turista que dirigió su dron sobre una cascada en marzo a temperaturas bajo cero para hacer una foto con dron. De cómo el dron se congeló inmediatamente con el rocío y aterrizó sin control a escasos centímetros del acantilado. Cómo dicho turista, sin prestar atención al entorno, empieza a correr y no se da cuenta de que sólo está de pie sobre una cornisa de nieve helada y que al siguiente paso habría caído por el acantilado de 30 metros de altura hasta Goðafoss. En una elaborada operación de 2 horas, finalmente recuperamos el dron bajo cuerda de seguridad, mientras otros drones zumbaban sobre nuestras cabezas, amenazados con el mismo destino. Ese podría haber sido un alto precio por sus fotografías con dron.

Entonces, ¿cómo debemos diferenciar? ¿Entre los que actúan con responsabilidad y los que, por pura adrenalina (porque sí, sin duda se libera al volar), se ponen en peligro a sí mismos y a los demás sin cabeza y sin los conocimientos previos adecuados? Por supuesto, no hay garantías ni siquiera con las pruebas. Pero al menos se puede suponer que en principio se dispone de los conocimientos y que cabe esperar que se pueda recurrir a ellos en el momento decisivo. Además, también es tentadora la idea de que los molestos zumbidos y murmullos en el aire sobre las reservas naturales y los lugares turísticos disminuirán.

Fotografía HDR y procesamiento de imágenes de drones

Rara vez hago fotos HDR con mi cámara réflex, pero con las fotos de drones es otra historia. La cámara que lleva instalada tiene un sensor mucho más pequeño y una gama tonal más baja. Especialmente cuando hago fotos de nieve, hielo o agua, el contraste suele ser demasiado alto para mí, y con las fotos HDR el contraste se reduce. Como el cardán (una suspensión especial) estabiliza muy bien la cámara, se pueden crear magníficas tomas con el dron en formato HDR. Después se pueden montar, por ejemplo, en Adobe Lightroom.

Así te aseguras de que tanto la persona que sale en la foto como el fondo están correctamente expuestos. Todavía recuerdo cómo antes había que definir puntos en la imagen para las tomas HDR y panorámicas con el fin de colocar correctamente la superposición. Hoy en día, la inteligencia artificial de los programas se encarga de ello como por arte de magia.

Un escenario fascinante para las imágenes de drones

Personalmente, prefiero imprimir imágenes de drones en papel mate, por ejemplo en papel hecho a mano de Hahnemühle. Las texturas y los colores salen especialmente bien en este tipo de papel. Cuando las imágenes cuelgan de la pared, es casi como mirar a través de una ventana. Ese es precisamente el atractivo especial de una impresión de alta calidad.

El papel de artista Hahnemühle laminado directamente sobre Alu Dibond tiene un aspecto realmente noble. Encargo a myposter la realización de los cuadros correspondientes para mis exposiciones. Además, la elegante plancha de aluminio hace que la imagen del dron sea especialmente estable. Los Alu Dibond Fineart Prints también se pueden pedir enmarcados, ya sea en un marco de hueco de sombra o en una elegante caja de arte.

Muchas fotos de drones también son ideales como imágenes panorámicas. Por ejemplo, la foto del dron se convierte en un verdadero punto de atracción en el salón, encima del sofá.